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lunes, 28 de mayo de 2012

La ciudad perdida.

Un día, en unos de mis viajes por el mundo, llegué a una ciudad algo peculiar. Era una ciudad vacía pero que transmitía una gran tranquilidad y paz. Estuve sentada más de una hora en un banco bajo un árbol, escribiendo las memorias de aquel viaje que me había hechizado el corazón y me había repleto de intrigas en cada lugar donde me encontraba.
La última ciudad en la que estuve, fue la que más me enseño, una ciudad con encanto propio. Veréis, cuando llegué a aquella ciudad, todo parecía apagado y sin vida, pero al poco tiempo supe lo que realmente escondía entre sus calles.

domingo, 27 de mayo de 2012

Bffff *____*

Apenas el sol ha mostrado sus primeros rayos, noto el calor de tu cuerpo detrás del mío y me susurras al oído ''Buenos días princesa''. No puedes llegar a imaginarte lo que me gusta ver tu cara la primera de la mañana y la última antes de dormir, es inevitable no sonreír cuando me das todo el cariño que dices que merezco. No hay nada mejor que levantarte los domingos y oler las tostadas con mermelada recién echas y escuchar como exprimes las naranjas para ese zumo que dices que tiene tantas vitaminas. Y tan solo abrir los ojos y verte a ti, mirando como duermo y sonriendo sin motivo. Me haces tan y tan grande, que a veces me pregunto como no estallo de tanta felicidad.
Pese a todo lo bueno y lo malo, que también es muy malo, sigo aquí, mirándote a los ojos con la misma mirada de tonta del primer día y queriendo hacer de ti, el niño más feliz del universo.
                                                                                                                                                     


martes, 22 de mayo de 2012

Susúrrame corazón.

Duele, duele ver como se aleja de tu lado y que tu no puedes hacer nada. Ver como su figura se difumina a lo lejos mientras tu apenas lo ves porqué tienes los ojos llenos de lágrimas. Te quedas sentada e el banco, sin ganas ni fuerzas para levantarte. Pero en ese preciso instante, aparece alguien detrás de ti y te susurra al oído: "Las chicas guapas no lloran, y menos por una persona que las amo quizás porqué las vio guapas o fáciles". Después de oír esas palabras, te giras pero no ves a nadie y te preguntas quién ha pronunciado esas palabras que involuntariamente te han sacado una sonrisa. Dentro de ti hay algo que te impide creer lo que has oído y por segunda vez, vuelves a oír un susurro que te dice: "No seas tonta, levántate, te espera una vida que andar y mil chicos a los que enamorar con tu preciosa sonrisa". No entiendes nada, quién te susurra al oído, quién es el culpable de que ahora no tengas lágrimas en los ojos. Te levantas, y miras a tu alrededor pero no hay nadie, estas sola. Andas, no sabes hacia donde ni porqué, pero andas. Y lo más curioso, es que lo haces con una sonrisa en los labios y con brillo en los ojos, ilusionada buscando a la persona que te susurro al oído cosas tan bonitas. 
De repente, oyes algo, te paras y una ráfaga de aire fresco te peina el pelo, acariciando también tu bonita cara. Entonces, vuelves a oírlo: lo ves, no era tan difícil, te has levantado, andas y sigues sonriendo. Ahora no decaigas, se que puedes seguir adelante. En tus labios se dibuja una gran sonrisa y entonces oyes otro susurro que dice: "No te olvides de mi, no te olvides de tu corazón."
Ahora lo entiendes todo, tu corazón quiere que sigas y si él puede, tu puedes.

Los cuentos que nos llenaron la infancia, hoy se convierten en realidad.

¿ Recordáis aquellos míticos cuentos que escuchábamos antes de ir a dormir? Aquellos que nos explicaban cuando íbamos de viaje en coche o los que nos hacia leer en la escuela. Con el paso de tiempo, nos enseñan que la vida también es un cuento pero más duro, un cuento de mayores. Quién no ha conocido ese patito feo que no encajaba en ningún lugar y que al final descubríamos el cisne que mantenía en su interior. O quién no ha conocido aquel pequeño Dumbo acomplejado y apartado por un defecto que al final aprende a vivir con ello y le saca provecho. Quién no ha dicho alguna vez aquel ''Hakuna Matata'' recordando que Timón y Pumba nos decían que hay que vivir y ser felices.
Siempre he querido ser como Bella y que aquel chico del que me enamorara, se convertiría en un príncipe azul imposible de desteñirse y que me hiciera feliz. Pero e este cuento de adultos, los príncipes no son azules ni las princesas tan bellas. Y muchas veces el hecho de vivir y el de ser feliz, no se complementan, o los defectos nos amargan, o aquel patito feo o lucha por mostrar su interior,...
Este cuento de mayores, es escrito día a día por cada uno de nosotras y dentro de él, se almacenan los recuerdos, los errores, las penas, las alegrías,... Entonces al ser tu el propio autor de ese libro, debes saber pasar pagina porqué esa ya la tienes muy vista y también debes saber comparar este cuento con los cuentos que te marcaron la infancia. Nuestro cuento es difícil de escribir y muchas veces lo escribimos con lágrimas o sangre,.. Pero esas páginas quedan atrás, dejando paso a las nuevas. Este cuento son nuestras propias instrucciones sobre la vida, ya que sabes que si en páginas atrás cometiste un error, en las que escribas nuevamente, no permanecerá el mismo.
Vive tu vida de modo que cuando la tapa final de tu libro se cierre, merezca la pena leer y estar orgullosa de ese largo e intenso cuento que has vivido.

lunes, 21 de mayo de 2012

¿Tú, que escogerías?

La vida se rige por pequeñas reglas que hacen que nuestras vidas sigan el transcurso que realmente desean o el que debemos desear. Esas pequeñas reglas nos hacen ser todos iguales y nos hacen discriminar a los que no las siguen, y ellas mismas muchas veces son las que nos impiden ser felices. ¿Nunca os habéis preguntado por qué nadie va desnudo por la calle? ¿O por qué cuando una persona comete errores es señalado siempre por ello? ¿O por qué prácticamente nadie dice nunca lo que realmente piensa? Todo esto esta condicionado por las reglas que os he mentado antes. El simple echo de decir o expresar nuestra opinión ya puede llegar a verse como una ofensa o un mal comportamiento. Todo tenemos derecho a expresar lo que sentimos y deseamos ¿verdad? Entonces por qué narices existen estas reglas. No estan escritas, pero prácticamente todo el mundo las sigue, todo el mundo las intenta cumplir.
Piensa bien que reglas cumples y las que no te gustaría cumplir, y hazlo, infringe las normas, siéntete bien haciendo lo que realmente deseas, lo que realmente sientes. Si quieres ir desnudo por la calle tal y como Adán y Eva lo hicieron en el paraíso, hazlo. Si quieres decir que algo no te gusta pese a tener miedo de perder a alguien o algo por ello, dilo. Si te apetece chillar ''Socorro'' en medio de el silencio de la noche para asustar a los vecinos por una tontería, chilla. Si te apetece hacer una locura sin que tus padres sepan de que se trata ya que ellos nunca lo verían bien, hazla. Pero ya es hora de que podamos saltarnos las reglas que rigen nuestras vidas sin temor a que nadie nos critique ni nos señale por ello.
Si todos infringiéramos esas reglas, quizás mucha más gente seria feliz, porqué realmente harían lo que desean, quizás existirían menos divorcios, menos egoísmo,... Pero en esta sociedad, hay dos tipos de personas: las que hacen lo que realmente sienten y las que se ciñen a unas malditas reglas sin pies ni cabeza. Y junto a esos dos tipos de personas se atribuyen diferentes adjetivos para ellas. Las personas que viven por lo que sienten y aman son bohemios, soñadores, inmaduros, locos,... personas que la sociedad realmente no las acepta; Y las personas que viven bajo reglas son educados, respetados, con gran criterio y un gran respeto. Un momento, ¿Cuál de los dos tipos de personas son más felices, las que hacen lo que sienten o las que hacen lo que deben?
Piénsalo, y decide que quieres hacer. ¿Vivir o obedecer?

viernes, 18 de mayo de 2012

Su manto de estrellas, se volvió insignificante.

Sigo aquí sentada, en el sillón donde hace unos meses me comías a besos y hoy tiene que conformarse tan solo con el pequeño hueco que ocupa mi cuerpo. Sigo mirando las estrellas como lo hacía mientras estaba acurrucada entre tus brazos, pero esta vez sola. Sigo pensando en ti, en tus labios, tus ojos, aquella maravillosa sonrisa que me enamoró hace tanto tiempo. Mi mente busca todos los recuerdos a tu lado, los junta y juega a destruirme cada vez que el sol se esconde y la noche nos muestra su vestido de estrellas. Mis sabanas te echan de menos, echan de menos notar el roce de tu cuerpo desnudo entre ellas, tu perfume, los suspiros que posabas en ella,... Echan de menos incluso el calor que dejabas cuando te ibas. Ahora esta vacía, yo no consigo llenarla, mi cuerpo es totalmente insignificante si no consigue unirse al tuyo.
Una lágrima fría resbala por mi mejilla, es salada y, inevitablemente, después de ella vienen muchas más. No entiendo porqué ahora las noches se me han vuelto frías y los días grises, para ser sincera, no quiero entenderlo, no quiero hacerme a la idea de que no estas aquí para hacerme sonreír con tu mejor mueca. Echo tanto de menos tus labios, cuando te resistías a mis besos o cuando me mordías porqué decías que un día acabarías comiéndome. Pero tu has encontrado unos labios mejores, más dulces o más apasionados, que saben darte lo que un día ya no supieron darte los míos. Todo esta vacío sin ti, mi corazón hace mucho que no late con fuerza y mi sonrisa se mantiene apagada todos los días. Odio ir por la calle y ver el banco en el que te dí nuestro primer beso, ver en la pared de mi habitación marcada tu inicial,.. Y lo que más odio es saber que no volveré a tenerte, a besarte, a acariciarte,... Tus promesas se desvanecieron y desaparecieron como el humo de un cigarrillo y mi vida ahora se consume como tal.
¿Sabes? Pese al dolor que me causa el no tenerte, te deseo lo mejor, porqué aún así, si algún día te veo feliz, aunque sea cogido de la mano de otra chica, me recordará a los momentos en los que con cualquier estupidez te hacía sonreír y mantenía vivo el brillo de tus ojos. No sé que será de mi, no me puedo imaginar seguir una vida sin tu calor a mi lado, pero he de seguir adelante. Porqué aunque tu no estés aquí, alguien podrá volver a enamorarse de mi, si tu lo hiciste, y alguien podrá quererme, quizás no como tú, pero podrá hacerlo.
Ya es hora de bajar la persiana, recoger el sillón, secarme las lágrimas y dejar que mi mente viaje al mundo de los sueños, haciendo que este dolor se vuelva insignificante y mi sonrisa vuelva a brillar.