Historietas para pensar.

En esta pequeña parte de mi blog, colgaré algunas historias y relatos escritos por mi, algo más largos que las entradas corrientes, pero también muy interesantes. Espero que os gusten.


                                                                    Ella.
Ella se cansó de ser siempre la débil, a la que le tomaban el pelo tan fácilmente como quitarle a un niño su juguete. Se cansó de andar sin rumbo fijo y de caerse cada dos por tres. Le decían que era una chica que valía mucho, que no se dejara perder. Pero ella eso no lo veía, ella solo se encerraba entre cuatro paredes y se echaba a llorar. ¿Por qué? ¿Para qué? Pues la verdad es que ni ella lo sabia, pero era su propia manera de afrontar los problemas. Se los guardaba todos dentro de si misma y cuando veía que no podía aguantar mas, se metía en la cama, se tapaba hasta arriba y se echaba a llorar, haciendo el menor ruido posible para que nadie la oyera. La realidad, es que no le gustaba llorar a solas, pero algo dentro de si misma le decía que no debía abrirse a los demás que le harían daño. Llevaba mucho tiempo intentando que su interior se mantuviera correctamente satisfecho y feliz, pero no podía. Sus amigos le decían que valía mucho para encerrarse en casa, como para no gustarse,... pero ella ante eso no decía nada, se quedaba callada y asentía con la cabeza sin tan solo murmurar. Un día conoció a una persona que la hizo soñar, que la hizo volar, ella le abrió su corazón. Ella le dio por completo todo su corazón y su alma. A partir de ahí, se volvió a arreglar, a ponerse vestidos, a salir con sus amigos de nuevo,... Se sentía persona. Nunca había sentido nada así por nadie, nunca había llegado a querer a nadie, porqué su interior se lo impedía. Esa persona le hizo ver que por mucho que la vida no sea de color de rosa, tu puedes hacer que lo sea. Porque no es necesario estar triste para llorar ni estar feliz para sonreír. Ella sintió que su interior ya no tenia miedo de dejarse ver, de demostrar a la gente como era. Ahora, era libre, no tenia miedo, no tenia dolor, no sentía tristeza, todo lo que sentía era felicidad y tranquilidad. Se preguntaba porque ya no tenia la necesidad de esconderse debajo de cuatro trapos para llorar, que ahora si tenia que hacerlo lo hacia sin taparse la cara y sin miedo al que dijeran los demás.  Sus amigos no entendían ese cambio, pero estaban felices al saber que había vuelto a ser la persona que era antes. Todo volvía a funcionar perfectamente, tal y como era antes. Pero un fatídico y lluvioso día, esa persona por la que ella había vuelto a ser la de antes, se fue. Pero para no volver jamás. Según contaban los diarios fue un suicidio. Ella, al enterarse, rápidamente fue a su casa, a casa de esa persona que la había hecho tocar las nubes sin necesidad de tocarla, llegó allí y no había nadie, ni tan solo la policía. Le pareció muy raro pero se dirigió hasta la mesa del comedor donde vio una nota, en la que ponía: ''Para ella, la única persona que me demostró que por mucho que tu vida no tenga sentido, puedes buscárselo sin ningún motivo, aunque su motivo fui yo. Solo le pido que me perdone, esto lo he hecho porque no podía vivir sabiendo que ella no me quería y yo la amaba con locura.’’ Después de leer eso, ella rompió a llorar, salió de aquella casa y dejo su cuerpo y su alma bagar por las calles oscuras en plena noche. Nunca más volvieron a saber de ella. Dicen que dejo su cuerpo caer por el puente en el que se dieron su primer beso, pero solo eran rumores, ya que su cuerpo, jamás se encontró. Ella siempre decía que el amor era como una caja de sorpresas, nunca sabias que te depararía en un futuro, aunque su futuro nunca hubiera terminado con una agradable sorpresa.